Cardio y entrenamiento de fuerza, ¿Cuál es mejor?

 Cardio y entrenamiento de fuerza, ¿Cuál es mejor?



En el mundo del fitness y la vida saludable, se promueve constantemente la práctica de deportes para que nuestros cuerpos se encuentren en su mejor condición. A la hora de escoger una actividad física, muchas personas se guían por lo que ven en la televisión o en las redes sociales. Sin embargo, la mayoría no tiene en cuenta que existen diferentes tipos de ejercicio y que, en función a los objetivos que quieran lograr, tendrán que escoger su tipo de entrenamiento. En este post te vamos a hablar sobre el cardio y los ejercicios de fuerza.



El ejercicio cardiovascular, comúnmente conocido como “cardio”, es un tipo de entrenamientos que consiste en la utilización de la respiración aeróbica para realizar un ejercicio físico. Cuando se practican movimientos de intensidad moderada durante largos periodos de tiempo, el corazón se mantiene en una frecuencia elevada y el oxígeno que entra a través de la respiración se aprovecha para generar la energía de los músculos. Actividades como el correr, el saltar la cuerda, andar en bicicleta y nadar mejoran la capacidad pulmonar y la circulación de aquellas personas que las practican. 




Debido a que la ejecución de estos ejercicios se lleva a cabo durante un lapso de tiempo extenso, los atletas desarrollan una resistencia mayor a aquellos que no realizan cardio. También sirve para aumentar la velocidad de sus movimientos y para combatir el estrés, ya que durante el entrenamiento, el cerebro libera más serotonina y mejora el estado de ánimo. Sin embargo, una de las desventajas de este tipo de ejercicios es que, debido a que la mayoría son de alto impacto, es más probable sufrir alguna lesión en las articulaciones o los ligamentos.




Por otro lado, están los entrenamientos de fuerza. Estos consisten en diferentes ejercicios que involucran equipamiento de peso y resistencia, tales como las barras, las bandas elásticas, las mancuernas, etc. A diferencia del cardio, aquí no se utiliza el oxígeno de la respiración, sino que la energía se obtiene de las reservas del cuerpo. Los atletas que lo practican desarrollan un rendimiento más alto en aquellos ejercicios de gran intensidad y duración corta. Las actividades de fuerza son ideales para todos aquellos que desean adquirir más potencia y volumen muscular.




En este tipo de entrenamiento, se hacen varias series y repeticiones de ejercicios de alta intensidad, pero durante periodos cortos de tiempo. También se implementan descansos de 2 a 3 minutos entre cada serie para que el músculo tenga tiempo de recuperarse antes de hacer otro esfuerzo. Los descansos son una parte fundamental ya que, si el músculo está demasiado fatigado, la persona comenzará a descuidar la técnica de cada movimiento y eso podría resultar en una lesión. Entre los ejercicios más comunes están las sentadillas, el peso muerto, el bench press, el press militar, etc. 




El entrenamiento de fuerza y el cardio son dos actividades diferentes. No se puede escoger una por encima de la otra, ya que cada una se enfoca en objetivos distintos. Lo más recomendable es combinarlos, para así gozar de un entrenamiento más completo. Además, su fusión permite que sus resultados sean mucho más efectivos que si solamente escoges uno de los dos. Si lo que quieres es desarrollar la fuerza y la resistencia de tu cuerpo, al mismo tiempo que defines tus músculos, te recomendamos escoger un cardio de bajo impacto y un entrenamiento de fuerza guiado siempre por un profesional.




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